Conseguido, sin saber para qué. Perdida, sin saber a dónde ir. Había subido cinco, diez, veinte veces su propia altura.Arriba su vista se perdía en un cenit cerrado. Abajo tocaba surcos regulares con trazos dorados.
Miró y vio al hombre. Éste cogió el libro pero no divisó la hormiga.
Me ha encantado tu micro-relato.
ResponderEliminarPobre hormiguita.... ¿al final muere? Está muy bien, me gusta como escribes.
ResponderEliminarLoli
Antonio, para mi tu relato es el que màs me gustó. Ánimo para el Premio Plutón.
ResponderEliminarCarlos