ANTONIO
Su estado ambivalente por naturaleza, no le solucionaba nada. Su polaridad en el ánimo lo traía siempre por la calle de la amargura. Nunca sabía si iba o volvía.
Aquel día, cuando encontró sobre su cama el daguerrotipo con la representación post mortem de su cara, no supo qué pensar.
CLARA
El desván inundado por el hedor del mercurio se iluminaba tenuemente a una determinada hora de la tarde en que los rayos de sol se colaban por el ventanuco. En este laboratorio, ajeno a las miradas, se hallaba el daguerrotipo de un ambivalente rostro que jamás ya podría ser borrado.
CARMEN
Hacía poco que habíamos decidido trasladarnos a su antigua casa, tuvimos nuestra primera discusión, su carácter ambivalente me desconcertaba, bajé al sótano en un absurdo afán de encontrar en el pasado respuestas al presente, y allí estaba aquel retrato al daguerrotipo de algún antepasado, el parecido era increíble, daba miedo.
PEDRO
Sir Jhon Anthony Niépce estudiaba detenidamente aquellos folios. Seguía las huellas de un novel escritor, Peter Smith, que encandiló en su tiempo al mundo entero con sus relatos. Le llamó la atención algo curioso, eran una serie de microrrelatos y todos tenían en común dos palabras: daguerrotipo y ambivalente. CONTINUARÁ
ANA
ATARDECER EN LA ALHAMBRA
Aquella efímera belleza quedó grabada en mí como en un daguerrotipo antiguo, fijando en mi memoria para siempre, como el yodo en el metal, las luces y las sombras que de forma ambivalente sumergían a aquellos leones de piedra en una fortuita irrealidad teñida de rojo con música de agua
FRANCIS
Aún me produce desasosiego recordar aquel daguerrotipo Un sentimiento ambivalente me inundaba al observar la imagen plateada de la joven mujer. Indiscutiblemente era bella, de una belleza serena de otro tiempo. Creí que era su mirada perdida que me inquietaba.
Supe más tarde lo que era un daguerrotipo post mortem.
JUAN ANTONIO
En una pequeña maleta estaban todas sus pertenencias. Toda su historia resumida en unos cuantos legajos, un uniforme con condecoraciones, y un viejo daguerrotipo con un retrato de mujer. La fotografía, bellísima, retrataba a una joven de sonrisa ambivalente. La dedicatoria decía: “Tuya siempre, Amalia”. Pero aquella no era mi abuela.
TOÑI
Con gran minuciosidad preparó el decorado: las cortinas, el botiquín, las armas…para asegurarse las imágenes. Después situó a los heridos. Le saldría un daguerrotipo perfecto.
Por favor, recuerden, el que se mueva no sale en la foto.
Salieron todos, ésta era la ambivalencia, habían sido heridos pero estaban muertos
TERE
SORPRESA
Es un daguerrotipo – le anunció Timoteo al entregarle su regalo, sorprendida, Esperanza abrió aquel extraño estuche y descubrió, dormido sobre un lecho de terciopelo rojo, el reflejo de su propia imagen, ora cálida y cercana, ora espectral , en una doble, ambivalente y eterna realidad.
MILAGROS
EL DESCUBRIMIENTO
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